El crédito como forma de sostenimiento financiero
Desde que el tiempo es tiempo y sin excepción alguna el hombre ha procurado su progreso económico y la supervisión o incremento de sus niveles de riqueza. La progresión del capital y de las distintas formas de creación de riqueza han sido y son parejas a las maneras en las que los hombres procuran financiar sus negocios o crear fuentes de financiación.
El sostenimiento financiero es uno de los recursos más importantes que existen en el sistema capitalista y cómo tal ha sufrido variaciones. Podemos encontrar sus primeros pasos en el capitalismo que surge entorno al campo, donde los grandes latifundistas generan la riqueza y la concepción de mercado financiando sus préstamos en torno a situaciones de desigualdad entre entre quién presta su fuerza de trabajo y quién compra dicho trabajo.
El crédito viene dado por prestamistas, los que suelen pertenecer a confesiones distintas a la católica ya que se prohíbe que cualquier católico sea prestamista. No obstante la creación de los primeros bancos en la Italia renacentistas bajo denominaciones cómo "casa de financiación" para empresas marítimas comienza a crear un bucle de crédito entre comerciantes, siempre amparados en la solvencia de la cajas italianas.
El crédito en la época industrial.
El crédito en la era industrial se configura de una manera muy distinta, es el momento industrial el capitalismo se genera mediante una enorme plusvalía arrancada de los brazos de mujer y hombres que trabajan de sol a sol en la empresa textil, el carbón y las primeras factorías inglesas. Estos nidos de explotación exportan una serie de modelos de creación de riqueza que generan enormes plusvalías al empresario y abocan a la clase trabajadora a la explotación más inhumana.
El crédito se localiza en las bancas de estado o los bancos supervisados por los imperios económicos ya que al aumentar las cantidades avaladas es necesario que la garantía sea mucho mayor. Si el crédito es mayor, el interés es creciente al necesitar de mayor seguridad para actuar en el tráfico jurídico.
El crédito y las listas de morosos: la 3ª edad del capitalismo.
Entrados los años setenta del siglo XX y tras las debacles económicas y la creación de una economía generadora de riqueza gracias a la guerra, el capitalismo muda hasta convertirse en una máquina de crédito que envuelve a todas las clases sociales.
Mediante los créditos personales los usuarios ya pueden acceder a bienes y servicios que les están completamente vetados por el factor precio, pero que gracias a las funciones del capital generan enormes beneficios.
No es menos cierto que las listas de morosos, como ASNEF o DICOM han logrado que la clase trabajora se vea más explotada todavía al necesitar crédito y no obtenerlo si no es gracias a este tipo de chantajes que hacen que una persona con una deuda de 100 € pueda ser incluida por impago y se le corte el crédito. Para saber más sobre ello os dejo este estupendo artículo titulado: "saber si estoy en ASNEF", que critica brutalmente cómo se chantajea a la clase trabajadora mediante este tipo de prácticas.